Para aprovechar al cien por ciento sus propiedades nutricionales debe ser un aceite obtenido por presión en frío del germen de maíz fresco.
El aceite de maíz es rico en vitamina E (tocoferoles).
No contiene cantidades significativas de proteínas, carbohidratos ni fibra alimentaria.
Para freír alimentos en hostelería y en el hogar, para la elaboración de margarina, mayonesa, en la industria de la panificación, consomés y siempre que se quiera sustituir la grasa animal.
También se usa para aderezar ensaladas junto con el vinagre y la sal.