[3] La Nueva Traducción (TB) divide este capítulo: Simón Pedro exhorta a la vida cristiana fundada en el recto criterio, que tiene su origen en las palabras del Señor transmitidas por los Apóstoles.Según estos detractores, la ausencia de cambios significativos desde entonces implicaba que tampoco habría transformaciones futuras.[7] El autor sagrado advierte a los falsos maestros por su incredulidad y enseña que desde el principio las cosas no han permanecido iguales.Además, señala que el tiempo humano es insignificante frente a la eternidad de Dios (v.Sin embargo, hay una certeza: debemos estar vigilantes, porque el día del Señor llegará de manera inesperada.