Estos versículos se presentan como una exhortación dirigida a todos los cristianos, aplicable según la situación de cada uno.La novedad del mandamiento radica no en su formulación —ya presente en el Antiguo Testamento (cf.Lv 19,18)—, sino en la medida que Jesús establece: «como yo os he amado» (Jn 13,34), y en su carácter universal, que exige amar a todos, sin distinción de raza, ideología o condición social, incluyendo amigos y enemigos.Estos versículos se presentan como una exhortación dirigida a todos los cristianos, aplicable según la situación de cada uno.No es sencillo determinar si el Anticristo debe entenderse como una figura individual o colectiva.27) se refiere al Espíritu Santo, que actúa en los fieles instruyéndolos «acerca de todas las cosas».