El premio consiste de una estatua del Trotamundos Fascinado, personaje tomado de la novela del escritor ruso Nikolái Leskov, realizada en bronce por el escultor Alexander Smirnov.
La idea se originó en 1967 cuando los periodistas especializados en ajedrez votaron por el mejor Gran Maestro.
Su fundador, el español Jordi Puig Laborda, coordinó las votaciones y comenzó a incluir a entrenadores, árbitros y otras personas relacionadas con el ajedrez profesional.
Para escoger al ganador, cada votante tiene que alinear a los 10 mejores jugadores del mundo.
Luego se suman las puntuaciones para cada jugador y gana el que obtenga mayor puntaje.