Órgano de la Catedral de Cali

El sistema actual del instrumento es de 44 juegos o registros, una consola con tres teclados manuales y un teclado que se toca con los pies (pedalero), lo que lo convierte en el cuarto órgano más grande del país.

[5]​[6]​ El instrumento estuvo expuesto en la sala de ventas que dicha casa constructora tenía en Barcelona, España, donde luego es adquirido en 1925 por el pbro.

Mario Paz Borrero y fue despachado ese mismo año a la ciudad de Cali.

Además, Binder fuera de reinstalarlo, lo completa, pues al instrumento le faltaban tres registros.

Ltda con sede en Bogotá y se vuelve el representante exclusivo para Colombia de la casa E.F.

Esto le permitió al órgano estar durante las siguientes décadas bajo el mantenimiento de Binder.

[6]​ Durante todos estos años se realizaron ajustes a su mantenimiento, sin intervenciones importantes hasta la década de 1980, donde se realizó una revisión general ajustes, y cambio de ventilador, el cual se encontraba en el domo de la Catedral sobre el coro, el cual hacia casi imposible su vigilancia y permanente mantenimiento.

El nuevo ventilador fue instalado dentro del órgano, y no ofrece ningún ruido molesto para la ejecución del instrumento, es de alta calidad y sigue funcionando hasta el día de hoy.

1]​[6]​ Su diagnóstico fue demoledor, pues indicó que las flautas grandes estaban a punto de colapsar por su propio peso, los fuelles habían sido reparados en forma inadecuada y la parte eléctrica tenía fallas.

La restauración se realizó entre el coro de la catedral, en donde fue instalado el instrumento, y en el taller del organero en Envigado, Antioquia.

[5]​[1]​ Todos los teclados están dispuestos en una consola, la cual está separada y puesta delante del órgano con vista a la nave central.

En sí, el órgano es una orquesta con instrumentos como trompetas, bombardas, oboes, clarinetes, flautas y voces humanas.

Además, la fachada hecha en madera tallada, es la más elaborada y elegante de los órganos en Colombia.

Los rollos perforados se estiran sobre un rodillo giratorio, un fuelle sopla aire a través de los orificios del rollo y acciona así pequeños pistones, que a su vez presionan las teclas.