Élisabeth Badinter

Muchas mujeres se están cuestionando si asumir una doble jornada de trabajo, cobrando menos que sus compañeros, es lo que realmente les hace felices y, como consecuencia, sitúan la maternidad en el centro de sus vidas.

Por eso, adquiere ahora especial valor y se impone la tendencia a pensar que todo lo natural es bueno.

El parto natural con dolor, la lactancia materna o el uso de pañales reutilizables forman parte de una ofensiva naturalista que encuentra entre sus víctimas a mujeres profesionales que rondan los 30 años y que, presionadas por la edad, abandonan temporalmente su trabajo para vivir la maternidad.

[7]​ Badinter cuestiona que se coloque a la mujer en el lugar de la eterna víctima y se abandonen o minusvaloren las reivindicaciones importantes tradicionales del feminismo.

En su libro denuncia como en las últimas décadas el movimiento feminista radical ha dejado de defender el valor universal de la igualdad en la diferencia entre sexos para promover una posición victimista que es, para la autora, una desviación que ha llevado al feminismo por la vía tiránica de un enfrentamiento absurdo entre mujeres y hombres, convirtiéndolos en enemigos irreductibles al partir del prejuicio dogmático de que ella es la víctima por naturaleza y él, un verdugo por definición.

[9]​ Tiene una hija y dos hijos, Simón y Benjamin Badinter, quienes están al frente de Médias et régie Europa, una compañía subsidiaria de Publicis.