Servicio OTT
[2] La CNMC lo contrapone a los servicios IP que proveen los operadores de comunicaciones electrónicas utilizando diferentes canales y con una calidad garantizada.[3] Este término comprende una variedad de servicios de telecomunicaciones tales como la difusión audiovisual (por ejemplo televisión por Internet, radio por Internet, vídeo a la carta o música), pero también comunicaciones (por ejemplo llamadas de voz sobre IP y mensajería instantánea) y otros servicios de computación en la nube (aplicaciones web y almacenamiento en la nube).Para consumir dichos contenidos hacen falta dos requisitos: disponer de un dispositivo compatible y una conexión a Internet.[4][5] La financiación de los servicios se suele obtener gracias a la publicidad o a los sistemas de subscripción.[6][7][8] Existen 3 tipos principales: La subscripción a servicios audiovisuales bajo demanda es un mercado en crecimiento en Europa, aunque en España todavía está por desarrollar.