El género se distribuye en el área mediterránea europea, Asia, África tropical y Sudáfrica.
[2][5] Las especies de Gladiolus presentan flores ligera o acentuadamente zigomorfas y hermafroditas.
El perigonio está compuesto por 6 tépalos subiguales, extendidos, recurvos, unidos en su base formando un tubo más o menos notable según la especie.
Asimismo, existieron cambios asociados en las características del néctar (volumen, concentración y tipo de azúcares).
[10] Al principio de esta era del mejoramiento genético del gladiolo, caracterizada por la obtención de híbridos interespecíficos, a los descendientes producidos por hibridación entre dos especies se les otorgaba un nombre binomial, como por ejemplo: Muchos mejoradores en Europa y, más tarde, en Estados Unidos, utilizaron a Gladiolus × gandavensis en cruzamientos con otras varias especies silvestres de Gladiolus.
Así, la hibridación de G × gandavensis con G. cruentus dio origen a G. × leichtlinii en Alemania.
Más tarde, derivados de esta última cruza se denominaron Gladiolus × childii en Estados Unidos.
Además de las especies ya nombradas, G. papilio, G. orchidiflorus, G. alatusy G. caryophyllaceus fueron incluidas en el acervo genético del gladiolo cultivado.
[10] Por esa razón, la mayor parte de los gladiolos cultivados se agrupan bajo la denominación binomial Gladiolus × hybridus Hort.
Los tonos, así como la combinación y patrones de distribución del color son muy variables entre cultivares.
Los seis tépalos son usualmente algo diferentes entre sí y se hallan unidos en la base formando un tubo.
Las flores son hermafroditas, cigomorfas, sésiles, cada una rodeada de una bráctea y una bractéola verdes.
El fruto es una cápsula oblonga o globosa que contiene numerosas semillas aladas y marrones.
La temperatura ideal del suelo es de 10-12 °C, las superiores a 30 °C son perjudiciales para esta planta.
[5] El gladiolo florece cuando los días son mayores de 12 horas (se dice que es una especie de día largo), y es una planta heliófila (amante del sol) por lo que requiere bastante luminosidad; si esta es insuficiente las plantas no florecen.
Por esta razón, cuando se lo cultiva en invernadero durante los meses de invierno es necesario aportar iluminación artificial.
Es poco exigente en suelos, pero prefiere los arenosos, bien drenados y con aportes de fertilizante o abonos orgánicos.
Es imprescindible regar bien las plantas durante el verano y tutorar a aquellos cultivares con tallos muy altos.
Estos atributos pueden ser seleccionados y posteriormente retenidos en forma indefinida mediante la multiplicación asexual.