Lesión
En general, las lesiones pueden clasificarse por su patrón, su tamaño, su localización o su causa.Las lesiones suelen clasificarse por su tipo de tejido o localización.Si hay una importancia añadida a las regiones dentro del tejido -como en las lesiones neurales, en las que diferentes localizaciones corresponden a diferentes déficits neurológicos-, se clasifican aún más por su localización.[2] Si una lesión está causada por un tumor, puede clasificarse como maligna o benigna tras el análisis de una biopsia.[4][5] Una lesión ocupante de espacio, como su nombre indica, tiene un volumen reconocible y puede afectar a estructuras cercanas, mientras que una lesión no ocupante de espacio es simplemente un agujero en el tejido, por ejemplo, una pequeña zona del cerebro que se ha convertido en líquido tras un ictus.