Cueva de Blombos

La cueva se encuentra en un corte ondulado sobre depósitos eólicos de la formación Wankoe, del Mioceno-Plioceno.

Las siguientes ocupaciones humanas esparcieron detritos sobre estos bloques y a su alrededor con alturas de más de 2 m. La compactación ha provocado que estos depósitos cubran todo el entorno con grandes esquirlas con algunos ejemplos situados en capas casi verticales.

La silcreta es la materia prima dominante y la fuente más cercana se encuentra aproximadamente a 30 km.

[4]​ Se han recuperado más de 60 cuentas fabricadas a partir del gasterópodo Nassarius kraussianus.

El ocre estriado, particularmente en forma de grandes pedazos, es común en estos niveles.

Las herramientas para procesar el ocre incluyen piedras de afilar y percutores.

Las capas inferiores se caracterizan por densos concheros con grandes hogares de fuego.

El uso del simbolismo abstracto en las piezas y la presencia de un complejo utillaje sugieren que las poblaciones del Paleolítico medio se comportaban según un patrón cognitivo moderno y contaban con las ventajas de un lenguaje sintáctico al menos desde hace 80 000 años.

[13]​ Previamente se pensaba que esta técnica había sido inventada hace 20 000 años en partes de Francia.

[13]​ Aproximadamente un tercio de las 127 puntas encontradas parecían haber sido talladas con esta técnica.

Las condiciones climáticas podrían haber sido más cálidas y suaves que durante la ocupación en M1.

Estos niveles superiores verosímilmente se encuentran entre el periodo emiense (OI 5d; c. 100 ka).

Mapa de la localización de la cueva de Blombos.
Estratigrafía y datación de la sección occidental de la cueva de Blombos.
Capas de los depósitos de la cueva
Punta bifaz de silcreta de la fase M1 de la Cueva Blombos.
Cuentas de caparazones de Nassarius kraussianus de 75 000 años en los la cueva de Blombos. a) apertura fabricada con una herramienta de hueso. b) facetas aplanadas producidas por el desgaste por uso, probablemente al chocar las cuentas una contra otra, con el colgante o con el cuello. c) Trazas de ocre en el interior de un caparazón, probablemente transferidas por el cuerpo de quien las portaba. d) Vista exterior de las cuentas de caparazones.