Este fenómeno cultural tiene raíces mexicanas sincréticas (tanto prehispánicas como cristianas), y está vinculado a diversas fiestas religiosas.
[cita requerida] En el centro de esos círculos se encontraban los músicos que tocaban el huehuetl y el teponaztli.
Debido a la religiosidad del momento, aquel que no hacía correctamente las cosas era castigado.
La danza mexica ha recobrado su espacio en la explanada que está frente a la zona arqueológica del Templo Mayor.
Se utilizan los ayoyotes, también conocidos como tenabaris, en los tobillos, una sonaja en la mano derecha (ayacaxtli) o el estandarte.
Todos los danzates llevan una cinta que rodea la cabeza a la altura de la frente (izcualmecatl).
Como con toda manifestación popular, hay prácticas que se salen del planteamiento original y buscan obtener un beneficio monetario, como ejemplo está la lectura de cartas tipo tarot al estilo azteca, o las "limpias" con sahumador (poposcomitl).
Se les permitió seguir bailando dentro de la religión católica si cubrían lo más posible sus cuerpos, por eso algunos llevan hasta una mascada en el cuello.
Varias compañías de danza folclórica han integrado estas danzas a sus repertorios, aunque eliminando muchos de los elementos, ya que se presentan como un espectáculo y no como una ceremonia espiritual.
De esta manera, han surgido también grupos que buscan difundir la cultura mexica por el país, promover el aprendizaje del náhuatl y re establecer su uso como lengua mexicana.
Existen otros grupos que sólo buscan devolverle a las danzas su origen ancestral, eliminando así los elementos coloniales y resaltando la mexicanidad.