Swarming

El swarming vulnera física y psicológicamente a la víctima, confundiendo su percepción sobre el número de participantes en el ataque.

No es necesario utilizar las últimas tecnologías existentes para tener éxito con una estrategia de swarming.

Durante las cruzadas, los musulmanes usaron rápidos asaltos efectuados por arqueros a caballo desde todas las direcciones para romper la moral de los caballeros.

Las fuerzas napoleónicas actuaron de un modo disperso hasta que todas unidas atraparon al ejército austriaco.

Hoy los muyahidínes luchan en la guerra de Afganistán siguiendo estrategias similares pero con tecnologías actualizadas.

En el mundo actual, entre las organizaciones e individuos que quieren influenciar en el diseño de la sociedad del futuro, es habitual la cooperación.

En el mundo natural varios depredadores saben que usar swarming es la mejor forma de capturar una presa.

Tanto estos insectos como las hormigas actúan separándose para rápidamente reunirse de nuevo.

Estos animales no cuentan con un número tan grande como las abejas, pero consiguen mantenerse apartados unos de otros para cubrir más territorio que sus presas.

En ella muchos individuos se unen para realizar sucesivas acciones cuando la situación es propicia.

Turbas, virus, bacterias, tiburones, etc, realizan este tipo de ataques.