Conductismo

Los partidarios del conductismo sostienen que este no es reduccionista porque no utiliza explicaciones tomadas de disciplinas como la neurología, la lógica, la sociología o el procesamiento de datos.Esto no significa dejar de lado los procesos cognitivos como tantas veces se malinterpreta,[cita requerida] sino considerarlos como «propiedades de la conducta en función».O sea, comportamientos sujetos a las mismas leyes que el comportamiento manifiesto que involucran respuestas lingüísticas y sensoriales de tipo encubierto, las cuales, para ser investigadas deben especificarse en términos del tipo de interacción, amplificarse mediante aparatos o acudir al autoinforme del individuo.Esta obra se vio influida por la filosofía naturalista, por Darwin y la evolución, así como por el trabajo del fisiólogo ruso Iván Pávlov.Watson se basó en la conducta observable como el objeto de estudio de la psicología, más específicamente las conexiones entre los estímulos y respuestas que dan lugar al comportamiento.La segunda (desarrollada por Hull y Tolman entre otros), sobre la base de los reflejos condicionados introdujo un factor (o variable) interviniente que podía ser neurofisiológica o mental, según el caso.Resumiendo, sobre la base de los estudios de Ivan Pavlov (reflejo condicional) y Thorndike (ley del efecto), John B. Watson es el fundador del conductismo, continuando en la siguiente generación B.F.Entre las numerosas técnicas disponibles se encuentran las de manejo contingencial y exposición en vivo (p.A menudo se identifica la ingeniería conductual con el rótulo de Análisis de Conducta Aplicado, conjunto de acciones mediante las cuales el psicólogo aplica en diferentes contextos, y para solucionar problemas socialmente relevantes desde los conocimientos aportados por el análisis experimental del comportamiento.Las críticas de que suele ser objeto la psicología conductista en su conjunto pueden categorizarse en cinco grupos: I.Sus aplicaciones son envilecedoras (premios, castigos) y hasta brutales (descargas eléctricas, vomitivos, etc.).Es una ideología importada, al servicio del poder, que mantiene la psicología como ciencia natural, no preocupada por los fenómenos sociales.[14]​ En este libro Skinner esboza una teoría para explicar la adquisición del lenguaje en la infancia basándose en el condicionamiento operante y las contingencias de reforzamiento.La crítica que dirigió entonces al ambientalismo de Skinner se basa en que un animal no humano (un perro, por ejemplo) sin importar cuánta cantidad de exposición al lenguaje y de reforzamientos y recompensas se le proporcionen, nunca va a entender ni hablar el lenguaje humano.[15]​ Desde la neurociencia cognitiva también algunos autores han formulado distintas críticas a la teoría conductista, entre ellos están John Pinel, Gerald Edelman, Antonio Damasio, Charles Randy Gallistel y F. Javier Álvarez-Leefmans.De acuerdo a Pinel y Barnes, ambas posturas, la norteamericana y la europea, estaban equivocadas al solo acentuar un aspecto del origen de las conductas, negando el otro.Por lo tanto, según Skinner, la libertad humana y la dignidad (o autonomía moral) son ideas atrasadas y precientíficas que deben ser superadas igual como se han superado las supersticiones religiosas.[24]​ Este libro recibió algunas críticas severas por su afirmación de que la libertad y la dignidad son pre-científicas.Chomsky argumentó que la propuesta de Skinner es una versión generalizada de la pseudo-ciencia del siglo XIX, donde no son ya solamente algunas razas sino todos los seres humanos los que son maleables.[25]​ Una crítica similar, pero esta vez desde el liberalismo económico, fue formulada por Tibor Machan en su libro “The pseudo-science of B. F. Skinner” (1974), donde critica la idea de que la libertad y dignidad individuales no existan, y señala que Skinner de manera ingenua cree hablar desde una postura científica y moralmente neutra.Y se indica que, aun en el caso de ser válidas algunas críticas, éstas pueden ser aplicables a ciertos modelos conductistas y no necesariamente a otros.Fue desarrollada durante los años 1950s por Joseph Wolpe, Hans Eysenck y otros autores.[29]​[30]​[31]​[32]​ Sin embargo, en lo que respecta a Eysenck específicamente, varios investigadores independientes, incluidos Anthony Pelosi, David Marks, Henk van der Ploeg, Hermann Vetter, Roderick Buchanan y el King’s College London (universidad donde Eysenck fue profesor desde 1955 a 1983), han denunciado grave falseamiento de datos en varios estudios publicados por él desde los años 50s hasta los 90s.Los críticos denuncian que es necesario retractar muchos otros papers y libros.[38]​[39]​ Actualmente se reconoce que este método puede provocar trastorno de estrés postraumático y que no cambiaba ni cambia la orientación sexual de las personas como Eysenck sostenía.En 2017 Wendy Burn, presidenta del UK Royal College of Psychiatrists, pidió disculpas públicas a la comunidad gay por lo ocurrido en la década de los 1970s.
B.F. Skinner en el Departamento de Psicología de Harvard, alrededor de 1950