No se consideraban los descubrimientos y avances del resto de la psicología como elementos válidos.
La reacción de los no-conductistas a ello fue el rechazo del conductismo más radical.
Pero ese tipo de palabras se convierten en un metalenguaje científico sumamente útil para comprender la psicología.
Hasta los clínicos que se definen como conductistas usan esos elementos como punto de partida, pero nunca se pierde de vista la importancia interpersonal entre el paciente y el terapeuta, ni la vida interior de un ser humano, ni otros elementos, técnicas, teorías, inventivas que sirven para la tarea terapéutica.
A esto se denomina una teoría general multinivel abierta y en desarrollo, de la cual se derivan conocimientos, que deben ser articulados e integrados mediante lo que llama una "teoría puente".