La idea del correo electrónico sobre redes se debe a Ray Tomlinson, quien utilizó el protocolo experimental CYPNET para enviar por red los mensajes, que hasta ese momento solo comunicaban a los usuarios de una misma computadora.El motivo de elegir este símbolo fue que en inglés la arroba se lee «at» (en español en).[17] En 1977, el correo electrónico se convirtió en un servicio de red estandarizado, gracias a diversos estándares parciales,[18] que culminaron con la especificación RFC 733.Cuando una persona decide escribir un correo electrónico, su programa (o correo web) le pedirá como mínimo tres cosas: Además, se suele dar la opción de incluir archivos adjuntos al mensaje.Esto permite traspasar datos informáticos de cualquier tipo mediante el correo electrónico.Además del campo Para existen los campos CC y CCO, que son opcionales y sirven para hacer llegar copias del mensaje a otras personas: Un ejemplo: Ana escribe un correo electrónico a Beatriz (su profesora), para enviarle un trabajo.Entonces: Otros campos, menos importantes son: La cabecera del mensaje normalmente, se muestra resumida.A veces si seleccionamos estos mensajes sin abrirlos, puede observarse una previsualización de su contenido.Por esta razón, es más difícil localizar a los verdaderos remitentes, y no sirve de nada contestar a los mensajes de correo no deseado: las respuestas serán recibidas por usuarios que nada tienen que ver con ellos.Esta situación que puede resultar impactante en un primer momento, es semejante por ejemplo a la que ocurre con el correo postal ordinario: nada impide poner en una carta o postal una dirección de remitente aleatoria: el correo llegará en cualquier caso.No obstante, hay tecnologías desarrolladas en esta dirección: por ejemplo el remitente puede firmar sus mensajes mediante criptografía de clave pública.
Cartel de la calle "Arroba", en el Parque Científico Tecnológico de la
Universidad de Alcalá
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Esquema de funcionamiento del correo electrónico mediante los protocolos
SMTP
y
POP3
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