[2] El correo electrónico, inventado en 1971 por Ray Tomlinson y tal como lo conocemos hoy,[3] hace el mismo trabajo pero mueve los mensajes entre distintas máquinas conectadas ya sea en una red de área local o por Internet.
Un cliente de correo electrónico debe soportar el protocolo libre POP3 para descargar los mensajes y una vez realizada exitosamente dicha acción el servidor de correo electrónico procederá a borrarlos del buzón correspondiente (se delega en otros programas las tareas de respaldo y auditoría).
El Extensible Markup Language (XML), también soportado por medio de MIME, ofrece a futuro una mayor funcionalidad debido a que está propuesto como estándar para el intercambio de información estructurada entre diferentes plataformas.
[8] Así como en la vida real el correo es enviado por un usuario mediante sobres sellados de tal manera que en su exterior se pueda leer el destinatario y el remitente, en el correo electrónico se creó un protocolo de cifrado de documentos que se adaptó a los clientes de correo electrónico (y a muchos otros software, en realidad) el cual es llamado Pretty Good Privacy o PGP.
De esta manera el cliente de correo electrónico que lo recibe e interprete se conecta a otro servidor para descargar dicha imagen permitiendo así al atacante saber que el mensaje fue leído, además de otras invasiones a la privacidad (dirección IP, por ejemplo).
[9] Actualmente los clientes de correo electrónico no muestran imágenes o contenido externo a menos que el usuario lo acepte en los cuadros de diálogo emergentes al momento de mostrar el mensaje a petición del usuario, generalmente haciendo clic en el mismo.
[16] Enviar los mensajes cifrados sin utilizar HTML (o sea, utilizar únicamente texto plano) no evita que el atacante agregue código HTML infectado al mensaje cifrado interceptado y lo reenvíe a las víctimas (quienes sí pueden deshabilitar la visualización del HTML para protegerse).
Otra opción es no descifrar los mensajes con el cliente de correo electrónico sino exportar el fichero a un programa que se encargue única y exclusivamente de realizar dicha tarea,[17] y cortar así la comunicación con el atacante.
[18] A mediano plazo, evidentemente, los clientes de correo electrónico deberán "parchar" y liberar versiones que eliminen la fuga de información tanto cifrada como parcialmente cifradas.