Las técnicas antispam son soluciones que permiten a los usuarios prevenir o acotar la entrega de spam (correos no deseados).
[1] Las herramientas antispam utilizan múltiples técnicas para detectar el correo no deseado.
Por ejemplo, emplean un diccionario propio para detectar palabras que suelen aparecer en estos correos.
Esos servidores remotos utilizan grandes bases de datos con información (direcciones IP, nombres, textos, etc.) para identificar el correo no deseado.
La forma de manejar el correo electrónico se creó en un momento en que no tenía mucho sentido defenderse contra los ataques; después de todo, ¿quién atacaría y qué ganarían?
Algunos de estos métodos todavía se usan en la actualidad, pero su eficacia disminuye rápidamente.
Esto podría llamarse la era vulnerable: los spammers pueden emitir spam, pero no pueden ocultar su origen.
Los piratas informáticos encontraron relativamente fácil infectar muchas computadoras y convertirlas en mini servidores de correo no deseado.
Estas listas son las que se generan al detectar patrones partiendo de los correos electrónicos marcados manualmente como spam.
[cita requerida] Estas listas son válidas para cualquier canal de comunicación con los usuarios.
Sistemas diseñados para bloquear el acceso no autorizado a determinados elementos.
Un firewall correctamente configurado añade una protección necesaria pero que en ningún caso debe considerarse suficiente.
Los protocolos challenge/response permiten la autenticación de entidades mediante el siguiente sistema: Son filtros infranqueables pero poco utilizados.
Además, los filtros challenge/response se pueden clasificar según la utilización de técnicas criptográficas en su puesta en marcha.
También hay otras soluciones comerciales, como las de Symantec o Kaspersky, dedicadas a las redes corporativas y que realizan este mismo trabajo.