En cada caso los datos de contacto se almacenan en una lista negra.
La más difundida en España fue creada por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo FECEMD en 1993.
Simbólicamente, quien se apunta a una lista de exclusión publicitaria rechaza todo lo que llegue desde el exterior.
Para darse de alta hay que entrar en la web y registrarse como usuario.
[6][7] Otras personas afirman que no existe garantía ni medios para obligar a respetar las exigencias de los inscritos.