El operador le da una tarjeta SIM para el cliente, que se inserta en el teléfono móvil para acceder al servicio.
En 1966, Bulgaria presentó el teléfono móvil automático de bolsillo RAT-0,5 combinado con una estación base RATZ-10 (RATC-10) en exposición internacional Interorgtechnika-66.
Una estación base, conectada a una línea telefónica alámbrica podría servir hasta seis clientes.
En 1962, se introdujo una versión mejorada denominada MTB (sistema móvil B).
Varios otros países también pusieron en marcha las redes 1G en la década de 1980, incluyendo el Reino Unido, México y Canadá.
Hoy en día, los proveedores de servicios inalámbricos estadounidenses y canadienses tienden a subvencionar los teléfonos móviles para los consumidores, pero requieren contratos de 2 a 3 años, mientras que los asiáticos y europeos venden el teléfono al costo total, y las cuotas mensuales cobradas son más bajas.