Yuan Shikai

[1]​ Su nombre de cortesía zì (字) fue Weiting (慰亭, a veces escrito también como 慰廷 o 尉亭).

[2]​ Protegió a los extranjeros durante el levantamiento bóxer y desempeñó luego diversos cargos públicos.

[2]​ Caído en desgracia, fue, sin embargo, convocado luego por la corte imperial para enfrentarse con los rebeldes republicanos durante la Revolución Xinhai de 1911.

[2]​ Las crisis en política exterior durante su periodo como presidente de la república terminaron siempre en reveses para China: Yuan no pudo impedir que tanto Mongolia Exterior como Tíbet acabasen bajo control de potencias europeas.

[1]​ Tanto unos como otros lo consideraban un hombre capaz, si bien algunos criticaron luego su temperamento y sus acciones.

[8]​[6]​[9]​ Yuan abogó por la implantación de una monarquía constitucional, pero finalmente se avino a aceptar la república.

[10]​ Obtuvo el reconocimiento de los Estados Unidos, a los que otorgó concesiones bancarias y petroleras.

[2]​ Deseando mantener la capital en Pekín y no trasladarla a Nankín como pedían los revolucionarios,[11]​ ordenó a una unidad militar que se amotinase en la capital para justificar su permanencia en ella (28 de febrero de 1912).

[15]​ La primera preocupación del Gobierno fue, por tanto, lograr un crédito internacional para reflotar la economía.

[3]​ Por otra parte, la república no tenía apoyo popular, en parte por la exclusión de las masas del proceso político, acaparado por las viejas elites del antiguo imperio y las nuevas educadas en la cultura occidental, aunque tampoco la población respaldaba claramente la vuelta a la monarquía.

[20]​ Yuan empleó la fuerza y los sobornos contra sus adversarios, pero estos a menudo se dejaron comprar por el presidente.

[21]​ Cuando no pudo retrasar más las elecciones Yuan las convocó en 1913; resultó ampliamente derrotado.

[23]​ En la primavera de ese año, aprobó una ley constitucional que en realidad servía para justificar su gobierno dictatorial.

[26]​ La debilidad de los republicanos permitió a Yuan acaparar el poder, gobernar gracias a su control del Ejército y debilitar las nuevas instituciones, lo que sentó un precedente para los posteriores caudillos militares.

[27]​ Estos aumentaron su poder, pero Yuan se cuidó de que este no fuese excesivo y ninguno pudiese rivalizar con él.

[29]​ Aprovechando la crisis por la imposición japonesa de las Veintiuna exigencias en la primavera de 1915, sus partidarios comenzaron una campaña en agosto para retornar a la monarquía y nombrar emperador a Yuan, con el apoyo tácito del propio Yuan.

[32]​ Murió de una afección renal unos meses después, en junio, cuando su gobierno apenas controlaba la capital y se hallaba arruinado.

Instrucción de soldados chinos del nuevo ejército formado por Yuan por encargo de la corte imperial.
Moneda con la efigie del presidente Yuan Shikai. Durante su mandato, no solo el Gobierno central, sino también algunas provincias, emitieron su propia moneda, a menudo sin aval alguno.
Yuan en la toma de posesión como presidente interino, el 10 de marzo de 1912. Lo rodean militares, que formaron el verdadero sostén del poder del presidente durante su periodo al frente de la nueva República de China .
Sublevación de las provincias por la pretensión de Yuan de restaurar la monarquía y hacerse emperador.