Ágora (del griego ἀγορά,[1] asamblea, de ἀγείρω, ‘reunir’[cita requerida]) es un término por el que se designaba en la Antigua Grecia a la plaza de las ciudades-estado (polis), donde se solían congregar los ciudadanos.[3] Más tarde, resurge tras la caída de la civilización micénica y ya desde el siglo VIII a. C., llegando a ser una característica esencial de toda polis, animadas por una gran actividad comercial.A partir de ese momento, el ágora (situada en la ciudad baja), sustituirá en importancia a la institución del palacio fortaleza (situado en la acrópolis) y será el centro político urbano.De esta manera y a su alrededor fueron surgiendo los edificios públicos necesarios para albergar todas las actividades.El foro romano es el equivalente al ágora y ambos son los predecesores de las plazas actuales .