Era sobrina del astrónomo Giovanni Schiaparelli, con el cual pasó mucho tiempo estudiando los cielos.
El conde Wilhelm abandonó a Elsa por la bailarina Isadora Duncan y Elsa decide trasladarse a París donde se hace amiga de los dadaístas y recorre los mercadillos para encontrar objetos que después vende a los anticuarios.
[1] Introduce la falda pantalón en el vestuario femenino que trasladará al deporte.
[2][3] Su dedicación a la moda la convirtió en una de las diseñadoras más reconocidas y famosas del siglo XX.
Sus modelos se consideraron atrevidos y sorprendentes para los cánones de su época; en muchos de ellos incluía elementos extravagantes, como sombreros en forma de zapato o estampados figurando langostas; obtuvo mucha inspiración del movimiento surrealista, tratando con artistas como Jean Cocteau y especialmente, Salvador Dalí, con quien colaboró en varios proyectos y cuya iconografía onírica adaptó a sus modelos.