Desde sus inicios en antiguas civilizaciones hasta su evolución contemporánea, esta industria ha desempeñado un papel significativo en las economías y culturas globales.
Además de proporcionar vestimenta, un requisito básico para la sociedad, la moda refleja tendencias culturales, avances tecnológicos y cambios socioeconómicos.
En las últimas décadas, la sostenibilidad y la ética también han emergido como temas cruciales, lo que ha llevado a un replanteamiento de las prácticas tradicionales en la industria.
Estos segmentos reflejan tanto las preferencias cambiantes de los consumidores como las tendencias socioculturales y económicas.
Aunque las prendas no son tan personalizadas como en la alta costura, aún mantienen un alto nivel de calidad y exclusividad.
Se caracteriza por la producción rápida y económica de prendas inspiradas en las últimas tendencias.
La tecnología de tejidos avanzados y diseños ergonómicos son características comunes en esta categoría.
Incluyen una amplia gama de productos como bolsos, calzado, joyería, gafas y bufandas.
Esta exploración permite identificar patrones emergentes, influencias culturales y preferencias del consumidor.
Datos demográficos y de comportamiento del mercado también son analizados para comprender cómo las tendencias podrían ser recibidas por el público objetivo.
Una vez ensamblada la prenda, se somete a pruebas rigurosas para evaluar su ajuste, comodidad y funcionalidad.