Las circunstancias que rodean la muerte de Wittmann han provocado cierto debate y una discusión a lo largo de los años, pero había sido históricamente aceptado que fue el soldado Joe Ekins, artillero en un Sherman Firefly, el autor del tiro fatal.Este batallón fue asignado al I SS Panzer Korps y nunca estuvo unido permanentemente a ninguna división o regimiento.Dos meses después, Wittmann fue acorralado por 8 Shermans: pudo alcanzar a 3 de ellos, pero los 5 restantes lo atacaron desde todos los ángulos haciendo pedazos su tanque.Los restos se trasladaron al cementerio militar alemán de La Cambe, situado entre Isigny-sur-Mer y Bayeux.Varios sitios web están dedicados a su persona, al igual que diversos libros de autores como Patrick Afte, Simpson Gary L. y Franz Kurowski.[1][2] El primero es un autor y editor miembro del grupo de historiadores revisionistas pro SS HIAG, mientras que el tercero es un prolífico autor que ha escrito biografías acríticas sobre miembros de las SS condecorados durante la guerra.Otros historiadores han puesto en discusión el "culto al héroe" y del "legendario Wittmann" que perdura hoy en día.Smeiser y Davies describen la versión del Frente Oriental narrada por Kurowski como "un cuento de caballería", mostrando a las tropas alemanas "preocupadas por los heridos soviéticos, a pesar del gran número de atrocidades" cometidas por los rusos contra los prisioneros alemanes.En uno de los relatos recogidos por Kurowski, Wittmann destruye 18 carros en un solo encuentro, hecho por el que Sepp Dietrich, su oficial al mando, le concede la Cruz de Hierro y le pregunta si Wittmann tiene alguna petición.El solitario avance en Villers-Bocage fue duramente criticado ya que rompió "todas las reglas".Califica el avance de Wittmann hacia las posiciones británicas como "descuidado" y una "pura locura".De acuerdo con Neitzel, las altas cifras de carros destruidos por los "ases" alemanes deben ser interpretadas con prudencia, ya que es muy complicado determinar con fiabilidad, en el calor del combate, cuantos tanques fueron destruidos y por quién.Zaloga está convencido de que la muerte de Wittmann reflejó esa nueva realidad: tras ser destinado a Francia, su tripulación tan solo duró dos meses y fue aniquilada por un carro medio británico, el mejorado Sherman Firefly.Buckley sostiene que, al atribuir erróneamente todo el éxito alemán a Wittmann, "muchos historiadores continúan hoy en día reutilizando de manera acrítica la propaganda nazi de la época".