Taxus baccata

La lentitud de su desarrollo y germinación lo convierten en una especie poco competitiva que va quedando relegada a enclaves donde la topografía le favorece.Crece en ambientes húmedos y frescos, en zonas montañosas, en las umbrías, a partir de los 800 m s. n. m. aproximadamente según la latitud.Su hábitat son bosques mixtos, barrancos, laderas y escarpes rocosos, indiferente al sustrato.También se usan diversos cultivares con hojas amarillas, conocidos colectivamente en inglés como Golden Yew, esto es, "Tejo dorado".[7]​[8]​ Por último, cabe mencionar el Taxus baccata 'Lutea', que destaca porque su arilo es de color amarillo claro.Antiguamente se utilizó mucho para fabricar arcos de guerra por su extraordinaria flexibilidad y duración.Por otro lado, en el consumo de hojas, casi todos los casos descritos, son ingestiones voluntarias, con fines suicidas.Los análisis de casos anteriores muestran que un intoxicado puede tener principalmente náuseas, vómitos y sufrir dolores intestinales; poco después encontrarse somnoliento, letárgico, comatoso.El estado clínico se degrada muy deprisa: cianosis o parada respiratoria, necesita masaje cardíaco y ventilación asistida.Si la cantidad realmente ingerida no es grande (o ha sido eliminada muy rápidamente mediante un vómito provocado), los trastornos del ritmo se pueden corregir espontáneamente.Otros animales son tan sensibles como los humanos a los principios tóxicos del tejo.La sensibilidad al tejo varía según el animal, por ejemplo, 100-200 g serían mortales para un caballo.Como las hojas, coriáceas, transitan lentamente por el tubo digestivo, se pueden recuperar e identificar fácilmente, corroborándose los caracteres morfológicos mediante un examen microscópico que muestra una epidermis con células muy cutinizadas, así como la ausencia de hipodermis y de canales resinosos.Se puede considerar la búsqueda del tóxico en los medios biológicos utilizando los métodos desarrollados en ocasión de los ensayos realizados con el taxol.Ya en la Antigüedad, el tejo era una especie muy apreciada, particularmente por su madera de gran calidad, y estudiada tanto por sus propiedades curativas como venenosas.También los druidas irlandeses tenían un gran respeto al tejo porque creían que era eficaz contra las hadas y las brujas en ceremonias mágicas.[14]​[15]​[16]​ El rey Eduardo I de Inglaterra ordenó que se plantaran tejos en los cementerios para proteger los edificios.Hay historias de personas que se han suicidado al ingerir el follaje.
Frutos
Ilustración
Hojas y "frutos" (arilos).
Arilos inmaduros (verdes) y maduros (rojos).
Semillas.
Corteza.
Madera.
Vista del árbol.
Puerta de una capilla normanda situada en un tejo, Chapelle Saint-Anne, Iglesia de Notre-Dame, La Haye-de-Routot , Francia.