Se hizo famoso al ser utilizado por varios pilotos para romper distintas marcas, atraídos por sus características de resistencia y largo alcance.
Se propusieron construir un aparato de cuatro plazas que no solo fuese robusto, sino también el más rápido.
Sin embargo, y por suerte para Lockheed, la misteriosa desaparición de este avión no entorpeció las futuras ventas del modelo.
Sin embargo, la capacidad para cuatro pasajeros (además del piloto) se consideraba demasiado pequeña para destinarlo al uso comercial.
En 1931, el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos compró dos Vega 5; uno fue designado C-12, y el otro C-17.