La feminista americana Margaret Fuller lo describió como «un tipo de hombre ingenioso, francés, frívolo».[1] Lewes se unió a la corriente victoriana de ideas que estimulaban el debate del darwinismo, el positivismo y el escepticismo religioso.No obstante, quizás hoy es más conocido por haber vivido abiertamente con Mary Ann Evans, escritora bajo el seudónimo de George Eliot, con la que nunca se llegó a casar.Lewes nació en Londres, hijo ilegítimo del poeta menor John Lee Lewes y de Elizabeth Ashweek, que se casó con un capitán de barco retirado cuando George tenía 6 años.En 1851, Lewes conoció a Mary Ann Evans, que después se haría famosa como George Eliot, y en 1854 decidieron vivir juntos.Durante los siguientes 10 años, Lewes colaboró con varias revistas escribiendo artículos sobre un amplio abanico de temas, a menudo imperfectos, pero que revelan un agudo juicio crítico fundamentado en el estudio filosófico.De joven vio actuar a Edmund Kean, y esa fue una experiencia que recordó toda su vida.Su repentina muerte interrumpió la obra, pero quedó lo suficientemente avanzada como para permitir juzgar los maduros conceptos del autor sobre problemas biológicos, psicológicos y metafísicos.Además de este método subjetivo debe haber uno objetivo, una referencia a las condiciones nerviosas y los datos sociohistóricos.La biología ayudaría a explicar funciones mentales como sentir y pensar, pero no nos ayudaría a entender las diferencias de las facultades mentales en distintos tipos y fases del desarrollo humano.Es posible que las condiciones orgánicas de esas diferencias sean eternamente indetectables, por tanto solo podrían explicarse como productos del entorno social.