[1] La muerte de Elizabeth, impactó profundamente a Anthony, lo que se puede ver en sus futuras obras literarias.
Posteriormente su padre contrae matrimonio con Margaret Dwyer, la dueña del pub donde tocaba el piano por las noches, en 1922, y la familia se muda hacia un departamento que estaba arriba de un pub en Lodge Street, ubicado en el área de Miles Platting en Mánchester.
Se refirió a esto como un "momento psicodélico... un reconocimiento de realidades espirituales no expresables verbalmente".
[2] Cuando Burgess anunció a su familia que quería ser compositor, ellos objetaron porque "no había dinero para ello".
Taylor escribió: "Las ideas brillantes son insuficientes para ocultar la falta de conocimiento".
Le fue diagnosticado un tumor cerebral inoperable con pocas probabilidades de vida a largo plazo.
Esa "media" novela escrita con la convicción de una muerte cercana, se convertiría después en su obra literaria más famosa.
Su trabajo más famoso (o reconocido tras la controvertida adaptación para el cine de Stanley Kubrick) fue la novela La naranja mecánica (A Clockwork Orange) escrita en 1962.
La novela fue originalmente inspirada por un hecho real vivido en 1944 ―durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)― por la esposa del autor, cuando fue asaltada durante un oscurecimiento[9] en Londres por cuatro marines estadounidenses desertores, quienes le robaron, la golpearon y violaron.
Burgess escribió estudios críticos completos sobre William Shakespeare, Ernest Hemingway y D. H. Lawrence, así como Ninety-nine Novels: The Best in English since 1939.
Los tratamientos cinematográficos que produjo incluyen Amundsen, Atila, El Príncipe Negro, Ciro el Grande, Coro del Alba, Los trucos sucios de Bertoldo, Vida eterna, Onassis, Puma, Sansón y Dalila, Schreber, Los hábitos sexuales de la clase media inglesa, Shah , Ese hombre Freud y el tío Ludwig.
Burgess escribió muchos guiones que no se llegaron a publicar, incluido Will!
El guion fue descrito como "una escandalosa mezcla de sadismo, hipnosis, acupuntura y terrorismo internacional".
La implicación de Anthony Burgess con el teatro comenzó mientras asistía a la universidad en Mánchester, donde dirigía obras y escribía críticas teatrales.
Su temprana introducción a la música se disfraza ligeramente de ficción en su novela The Pianoplayers (1986).