John B. Watson

Una encuesta de Review of General Psychology, publicada en 2002, clasificó a Watson como el 17.º psicólogo más citado del siglo XX.Su padre, Pickens Butler Watson, era alcohólico y dejó a la familia para vivir con dos mujeres indias cuando John tenía 13 años, una transgresión que nunca perdonó.Sin embargo, la transición inicial sería una lucha para Watson, como resultado de sus habilidades sociales débiles.[4]​ También se consideraba un mal estudiante, ya que tenía algunos trabajos en el campus para pagar sus gastos universitarios.No obstante, al ser un estudiante precoz, Watson saldría de Furman con un máster a los 21 años.Watson comenzó a estudiar filosofía con John Dewey por recomendación del profesor de Furman, Gordon Moore.[5]​ La influencia combinada de Dewey, James Rowland Angell, Henry Herbert Donaldson y Jacques Loeb, llevó a Watson a desarrollar un enfoque altamente descriptivo y objetivo para el análisis de la conducta, un enfoque que más tarde llamaría conductismo.Tuvieron dos hijos, también llamados John y Mary Ickes Watson, el último de los cuales intentó suicidarse más tarde en la vida.[1]​ Al igual que su media hermana, William (Bill como le llamaba su familia, era un renombrado médico psiquiatra en Nueva York) terminó suicidándose en 1963.No obstante, la psicología conductista –como corriente psicológica– no hubiera sido posible sin los trabajos de autores como el fisiólogo ruso Iván Pávlov (padre del condicionamiento clásico o respondiente, que estableció el esquema estímulo-respuesta) y el americano Edward Thorndike (padre del condicionamiento operante, quien formulara la ley del efecto y la ley de repetición y cuya influencia sobre B. F. Skinner será decisiva).Sí se identificó un miedo a los sonidos fuertes (como golpear fuertemente una lámina metálica con un martillo).El experimento dio comienzo cuando Albert tenía 11 meses y tres días.