Fue la base legal para la ley de Sibiu (Hermannstädter Recht), que se aplicó inicialmente en las Sieben Stühle y luego en todo el fundo regio en Transilvania.
Se determinó que todas los individuos, desde Broos hasta Draas, deberían formar una unidad política.
Solo cuando los casos no pudieran dirimirse dentro de la comunidad sajona, intervendría el tribunal del rey.
Los bosques, prados y aguas (bienes comunales) se ponen a disposición de los colonos.
Dependiendo del caso, deben proporcionarse de cincuenta a quinientos hombres armados.
Los sajones de Transilvania consiguieron que las libertades aseguradas fueran confirmadas y ampliadas varias veces.
Estos privilegios se convirtirían repetidamente en un problema político, en una disputa con las otras dos propiedades en Transilvania, el País Sículo y la nobleza húngara.