Zbigniew Brzezinski

Creía que los europeos del Este podían hacer frente de forma gradual a la dominación soviética.

Se integró en el Council on Foreign Relations (CFR), y en 1960 fue fichado como consultor de política exterior por la campaña presidencial del senador John F. Kennedy.

Más tarde defendió revertir la escalada en la guerra, pero se mantuvo crítico contra la llamada Nueva Izquierda.

Fue contratado por el banquero David Rockefeller para ayudarle a crear una organización que fomentara la cooperación entre EE.

UU., Europa, y Japón: la Comisión Trilateral, de la que Brzezinski sería su primer director.

Presionó, en contra de las recomendaciones del Departamento de Estado, para que el primer viaje del presidente Carter fuera a Polonia, y se reconociera a la Iglesia católica polaca como interlocutora legítima con la oposición anticomunista.

UU., para desplegarlos así en una fuerza de intervención rápida en el golfo Pérsico o en América Central, lugares en los que la influencia soviética se estaba haciendo sentir.

El presidente Carter suspendió sus vacaciones navideñas y volvió a Washington para mantener consultas urgentes con sus colaboradores.

Brzezinski recomendó a Carter que pidiese al Senado que postergara el estudio del tratado SALT II, cancelara la venta de cereales a la URSS, suspendiera los privilegios pesqueros de los barcos soviéticos, y congelara los intercambios económicos y culturales.

Para Brzezinski, los acontecimientos confirmaban una correlación de fuerzas mundiales, y obligaban a EE. UU.

a involucrarse en una guerra encubierta de proporciones multicontinentales contra la infiltración soviética en Oriente Medio y América Central.

Fue también profesor en la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins.