Boston Corbett
El envenenamiento progresivo por esta sustancia puede provocar alucinaciones, psicosis y contracciones (entonces conocidas como "sacudidas del sombrerero").Después de trabajar un tiempo como sombrerero en Troy, Nueva York regresó a la gran ciudad y se casó.En su afán por imitar a Jesús, se dejó el cabello muy largo (tuvo que cortárselo al ingresar en el ejército).Con el fin de evitar la tentación sexual y seguir siendo santo, se castró a sí mismo con unas tijeras.Llevaba una biblia constantemente y leía pasajes en voz alta con regularidad, organizaba reuniones de oración no autorizadas y discutía con sus oficiales superiores porque al proferir juramentos, tomaban el nombre de Dios en vano.Fue liberado en un intercambio de presos en noviembre e ingresó en el hospital del ejército en Annapolis, Maryland donde recibió tratamiento por desnutrición, escorbuto y exposición.El teniente coronel Everton Conger creyó que Booth se había disparado a sí mismo.Al darse cuenta de que había recibido el disparo de otra persona, Conger y Doherty preguntaron quién había sido y Corbett dio un paso al frente admitiendo ser el tirador.El gentío le pedía autógrafos y que les contara cómo había disparado al asesino del presidente.Algunos que le conocieron hablaron de su creciente paranoia, creyéndose perseguido por agentes del gobierno o que "vengadores de Booth" planeaban matarle, llevando siempre una pistola encima y blandiéndola contra amigos y extraños sospechosos.Se dirigió a Neodesha, Kansas donde permaneció brevemente con Richard Thatcher, un hombre que había conocido cuando eran prisioneros de guerra.Aunque no hay pruebas concluyentes, un "Thomas Corbett" aparece en la lista de muertos y desaparecidos.