Coloca la cinta exterior y añade adornos como lazos, flores o motivos de diverso tipo.
[1] El uso del sombrero estuvo en vigor en los países occidentales hasta bien entrado el siglo XX.
Sin embargo, su uso actual es más bien residual, quedando restringido a celebraciones sociales como bodas, comuniones o bautizos.
Los pocos sombrereros que sobreviven destinan sus creaciones a reuniones específicas o se especializan en otras actividades como sastrería de teatro.
Su situación actual se aprecia sabiendo que en Madrid en los años 40 del siglo XX había doscientas costureras y cuarenta tiendas y ahora, tan solo doce.