La federación fue fundada en 1898, ya que el fútbol estaba ganando un lugar importante en el país y necesitaba una estructura formal para organizar este deporte.
Entre 1964 y 1980, se prohibió la participación de jugadores extranjeros en la liga italiana, principalmente para reavivar el equipo nacional.
El 21 de septiembre, Luca Pancalli, quien encabezaba el Comité Olímpico Nacional Italiano, fue elegido para reemplazar Rossi.
En esa circunstancia el torneo no se le asignó al segundo equipo clasificado, el Bologna FC, porque el entonces presidente de la FIGC, Leandro Arpinati, que era el boloñés, temió que la asignación del título al Bologna FC hubiera pudiera ser interpretada como una acción de su parte.
El presidente, Guido Rossi, no siguió el ejemplo de su predecesor y en este caso, además de la sanción a la Juventus, también castigó al AC Milan al quitarle 30 puntos debido a que este club también estaba involucrado en deslealtad deportiva.