Septimio Severo, gobernador de Panonia, marchó contra Roma y depuso a Juliano.
Tras dos años de dura guerra civil, Níger fue derrotado y asesinado a orillas del Éufrates, mientras trataba de cruzar a las tierras del rey parto Vologases.
Obtuvo el acceso al Senado mediante una adlectio inter praetorios a principios de los años 180.
[2] Combatió en la frontera de Dacia, y participó en la victoria romana sobre los sármatas.
En dicha subasta acabó imponiéndose Didio Juliano a Tito Flavio Sulpiciano, suegro del fallecido emperador.
Sin embargo, este nombramiento no fue bien acogido ni entre los ciudadanos romanos ni en el ejército y pronto Juliano tuvo que hacer frente a una serie de sublevaciones y levantamientos que asolaron el Imperio.
Pronto se le unieron los ejércitos de Asia Menor y Egipto.
Tras la decisiva derrota en Issos, Níger se dio cuenta de que se había perdido la guerra y trató de huir al otro lado del Éufrates, donde pretendía refugiarse en la corte del emperador parto, Vologases.
Cuando Severo llegó a Siria, emitió un damnatio memoriae sobre Níger, de modo que se borraron todos sus recuerdos.
Otras dos importantes fuentes son Sexto Aurelio Víctor y el escritor cristiano Orosio.
En conjunto, las fuentes historiográficas ofrecen una visión muy negativa acerca de Níger.