Zlín tenía apenas 3000 habitantes cuando Tomáš Baťa decidió fundar su fábrica de calzado en 1894.
Durante la 1.ª Guerra Mundial, la compañía Baťa se convirtió en proveedora de botas para el ejército austro-húngaro.
Tras la invasión alemana de Checoslovaquia en 1939, Jan A. Baťa y su familia se refugiaron en Canadá.
Pero, al acabar la 2.ª Guerra Mundial, el régimen comunista nacionalizó los bienes de la empresa en el país.
Aun así, esta continuó funcionando desde el extranjero como Baťa Import and Export Company of Canada.
Más, en 1990, tras la caída del Telón de Acero, el conjunto urbano volvió a llamarse Zlín.
Desde el primer momento, Baťa persigue el objetivo de construir la Ciudad Jardín propuesta por Ebenezer Howard.
Al mismo tiempo, destacaba la idea central y única de una ciudad jardín industrial.