[4] En cuanto a los alimentos de origen vegetal, la zearalenona se encuentra comúnmente en maíz pero también puede ser encontrada en otros cereales como el trigo, la cebada, el sorgo y el centeno.
La zearalenona se absorbe de forma rápida y se metaboliza en el cuerpo humano dando lugar al α-zearalenol (más estrogénico) y al β-zearalenol (menos estrogénico que la zearalenona parental).
Además, la zearalenona, como el resto de micotoxinas, puede afectar al sistema inmunológico, disminuyendo las defensas del organismo.
[4] La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (WHO-IARC) definieron a la zearalenona como no clasificable respecto a su carcinogenicidad para el ser humano, por lo que está incluida en el grupo 3.
[9] Sin embargo, la zearalenona, por su acción como fitoestrógeno, puede estar relacionada con la inducción de cáncer.
[3] La zearalenona es un compuesto muy termoestable, por lo que persiste durante todo la cadena de producción alimentaria, no pudiendo eliminar ni reducir sus niveles durante la molienda, procesado y cocción de los alimentos.