Zashiki-warashi

El nombre proviene de zashiki, haciendo referencia a un cuarto japonés típico (tatami) y de warashi, término regional arcaico que se le da a un niño.

Un Zashiki-warashi se lo puede encontrar en casas viejas y preferentemente grandes.

Se dice que al habitar una casa, un Zashiki-warashi trae a la residencia buena fortuna, pero si se va de allí, el lugar declina totalmente.

Para mantener a tal yōkai en el hogar, este debe sentirse apreciado y cuidado de la misma manera que un adulto criaría a un niño.

El Zashiki-warashi es un infante por naturaleza, propenso a jugar de manera inofensiva pero también de vez en cuando a causar alguna travesura: puede ser que se sienten en el asiento de un huésped, giren las almohadas y hasta realicen sonidos similares a la música del kagura.