Zaqueo (griego Ζακχαῖος, hebreo זכי, que significa ‘puro, inocente’)[1] fue un publicano rico que aparece en el Nuevo Testamento —en Lucas 19, 1-10— cuando Jesucristo entra en Jericó, donde la producción y la exportación de bálsamo eran muy importantes.
Cuando Jesús lo ve, le dice que baje porque necesita hospedarse en su casa, sorprendiendo a la muchedumbre.
Ante esto el pueblo murmuró que se iba a hospedar en casa de un pecador.
Jesús responde que la salvación ha llegado a su casa porque él también es hijo de Abraham.
El resultado de ese encuentro con Cristo es la alegría y la salvación.
En primer lugar, que el Señor busca las todas personas a pesar de su condición.
Zaqueo también se convierte en un contraste de carácter con el «joven rico» (KJV).