El vocablo debió transmitirse a través de los musulmanes que habitaron la comarca.
La localidad cuenta con unas vistas a la sierra de Gredos, donde habita la cabra hispánica.
Vegetación típica: roble, encina, chopo, pino, escobas, zarzamora, endrino, serval y otra gran variedad de plantas aromáticas como el tomillo, poleo, manzanilla, orégano, etc.
Cuenta con abundante fauna como buitre, águila calzada, salamandra, perdices, zorro, jabalí, gineta, nutria y, ante todo, la tan representativa cabra hispánica.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 340 habitantes.