Se considera a este estilo musical como precedente de la cueca, la zamba, chacarera, bailecito y la marinera.
[1] El musicólogo Carlos Vega sostiene que «[era] una danza aristocrática europea importada hacia 1800 [...,] parece haber sido una simple variante de la gavota, pero habría llegado a América ya diferenciado».
Las melodías, los tonos, la guitarra y el arpa conforman el aporte hispánico al baile.
Los ritmos europeos como el fandango y las cashuas permitieron la creación de la sajuriana chilena, el zambo venezolano, el cielo o cielito gaucho rioplatense, el amorfino ecuatoriano, el bambuco granadino, y el toro mata en el Perú.
[7] Así mismo, el investigador José Durand sustenta que la zamacueca es la madre de la marinera.
Según el musicólogo chileno Samuel Claro en 1994, su raíz se sitúa en la tradición arábiga del canto a la rueda llevado por los andaluces a Chile durante la Colonia (1600-1810), que en la Guerra de la Independencia (1813-1826) recibió el nombre de "chilena".
Desde Chile pasó a Argentina, donde se convertirá en sus actuales variantes: la cueca cuyana y la riojana.
Luego, hacia el final de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1839), junto con las tropas chilenas del Ejército Unido Restaurador, retornaría al Perú bautizándola como "chilena", confundiéndose en parte con la ya existente zamacueca.
Sin embargo, hasta 1879, año del inicio de la guerra, su nombre más generalizado era "la chilena".