Yamato Takeru

fue un semilegendario príncipe japonés de la dinastía Yamato, hijo del Emperador Keikō, un mítico monarca que tradicionalmente se cuentan como el duodécimo Tennō o emperador de Japón.

Existen detalles diferentes entre los dos libros ya mencionados y la versión del Kojiki es asumida como fiel a la forma antigua de esta leyenda.

Ousu, decidió entonces disfrazarse de sirvienta y con el pelo recogido, se coló en la fiesta y, en el momento álgido de la misma dio muerte a los hermanos Kumaso.

Un día, sin embargo, cambió la gran espada de Izumo Takeru por una falsa y lo retó a combate, matándolo.

La princesa Yamatohime se compadeció y le prestó una espada sagrada llamada Ame no Murakumo no tsurugi (Kusanagi no tsurugi), que Susanoo, el dios hermano de Amaterasu, había encontrado en el cuerpo de la gran serpiente de ocho cabezas, Yamata-no-Orochi.

En Sagami (actual prefectura de Kanagawa), Yamato Takeru fue engañado por el administrador de la tribu ainu de la región haciéndole creer que había un dios malévolo, y una vez Yamato Takeru estuvo en el lugar señalado se prendió fuego a los campos que lo rodeaban.

[1]​ Las posesiones del príncipe muerto se reunieron junto con la espada Kusanagi; y su viuda veneró su memoria en un altar en su casa.

Tiempo después, estas reliquias, incluida la espada sagrada, fueron trasladadas a su ubicación actual en el santuario de Atsuta, en Atsuta-ku, Nagoya.

[3]​ Littleton propuso que ambas leyendas descienden de un antepasado común iranio nororiental.

Yamato Takeru vestido de criada, preparándose para matar a los líderes Kumaso. Xilografía sobre papel. Yoshitoshi , 1886.
Yamato Takeru ataca al líder de los Kumaso.
Yamato Takeru y su espada Kusanagi no Tsurugi
La estatua de Yamato Takeru en Kenroku-en