En esta área arqueológica se ha hallado un asentamiento en la cima de la colina de Kastrí y una importante necrópolis que se extendía por una meseta próxima, pertenecientes a la civilización cicládica.
[1][2] La importancia y las peculiaridades del asentamiento ha hecho que a la fase histórica y cultural de varios yacimientos arqueológicos contemporáneos y con características similares a este —como Lefkandi en Eubea, Kolona en Egina, Rafina en el Ática, Akrotiraki en Sifnos, el monte Cinto de Delos, Panormo en Naxos y varios de Beocia— se le conozca como «cultura Kastrí».
Se han excavado más de 600 tumbas distribuidas en dos secciones, este y oeste.
Sus características singulares —brazos más cerca del triángulo púbico, separación de piernas únicamente indicada por una ranura, hombros y brazos más amplios, cabeza triangular, nariz destacada— hacen que se les conozca como «tipo Jalandrianí» (o Chalandrianí).
[3] Este yacimiento fue investigado desde mediados del siglo XIX pero las primeras excavaciones sistemáticas fueron realizadas en 1898 por Christos Tsountas.