Xeremía

Las faldetes y las borles se colocan entre los bordones y suelen ser de color rojo, su misión es atar las diferentes piezas de madera que conforman los bordons, intentando así evitar perder alguna pieza.

Apenas pueden emplearse notas alteradas, solo el Sib y el Fa# (a veces también el Do#), no siendo estas muy habituales.

La trompa es la más larga de los 3 bordons, suena gracias a la bruma, la cual hace vibrar el aire y produce el sonido.

[5]​ A lo largo del siglo XX, la xeremía, como muchos otros instrumentos populares, estuvo al borde de su desaparición.

Debido a que el último instrumento realizado por un auténtico lutier (normalmente estaban hechas por aficionados de buena fe) fue hecho muchos años atrás (se desconoce una fecha exacta), eran instrumentos afinados en una antigua tonalidad de Re.

Cuando el diapasón fue actualizado (en todo el mundo occidental) y puesto a 440 Hz, las antiguas xeremíes mallorquinas se quedaron en un Re bemolizado, el cual fue interpretado como un Do#.

[6]​ La hipótesis más extendida entre los diferentes investigadores es que las cornamusas aparecieron para reducir el esfuerzo de los músicos al soplar.

También hay noticias que Nerón tocaba algún tipo de cornamusa (y no una lira como suele creerse).

Los romanos tenían instrumentos parecidos en sus ejércitos, pero de ellos a las cornamusas medievales hay diferencias importantes.

La primera referencia escrita data del siglo IX y es una carta de San Jeroni a Dárdano en la que dice .

Las cornamusas son notables en aquellos lugares donde hay presencia de la corte Aragonesa - Catalana.

Cuando Jaime I el Conquistador, conquista Mallorca e Ibiza y repuebla esas tierras con vasallos de origen catalán estos llevaron su cornamusa, el saco de gemecs, del que derivo la xeremia mallorquina.

A mediados del siglo XX con la aparición de la televisión y la influencia que este medio tuvo en la cultura popular que sirvió para mostrar el panorama cultural oficial del régimen franquista que propiciaba una comparación cerrada de las expresiones culturales (la gaita era gallega, la jota aragonesa, el flamenco andaluz...) perjudicó el reconocimiento de la cultura propia.

A partir del siglo XVI se adopta la forma que tiene en la actualidad, con los bordones colgando sobre el saco.

En la actualidad la formación se ha reducido a la media copla o colla en la que permanecen solo la xeremía (sac de gemecs) y el flabiol con el tamboril.

[8]​ Atendiendo a la dilatada historia del instrumento el repertorio de la xeremía es muy amplio, más aún cuando está encuadrada, como es normal, en la colla.

Hay dos períodos claramente diferenciados, un primer período en el que la transmisión musical era cerrada, cada pareja de xeremiers mantenía su repertorio sin introducir nuevas piezas impidiendo, también, que otras parejas pudieran adoptar las propias llegando a no tocar delante de otras collas para evitar que alguien pudiera copiar sus canciones.

Xeremía.
Colla compuesta de Xeremier y Flabioler (flauta pequeña y tamboril).