XIII Concilio de Toledo

El rey pidió a los obispos el perdón y la rehabilitación de los rebeldes del 673 contra Wamba.El rey Ervigio no quería que los lazos de sangre y las venganzas familiares provocaran nuevas rebeliones y adoptó una prudente política de reconciliación que terminara con las facciones.Los obispos condenaron las confesiones forzadas, restableciendo la necesidad de juicio sin tortura para establecer la culpabilidad.Igualmente se reguló un límite máximo de detención.El Concilio también volvió a establecer la necesidad de respetar la vida y hacienda de toda la familia real a la muerte del monarca, así como otras cuestiones menores.