Sin embargo se pudo graduar y en 1834 obtuvo una beca abierta en el Balliol College.
Cuando, sin embargo, un amigo lo convence de oír a Newman predicar, Ward se convierte inmediatamente en su discípulo.
Trataba al tema bajo estudio como si fuera de lógica pura: no le gustaban los reformadores, el derecho al juicio privado que los protestantes proclamaban, y la uniformidad algo prosaica de la Iglesia Anglicana.
Después de su recepción en la Iglesia católica, Ward se dedicó a la ética, la metafísica y la filosofía moral.
Fue un oponente del catolicismo liberal y defensor de la autoridad papal.