[3] En 1913 Lippmann, Herbert Croly, y Walter Weyl fueron los editores fundadores de la revista The New Republic.
[4] Lippmann llegó a ser consejero del presidente Woodrow Wilson, interviniendo en la redacción de los Catorce Puntos.
Junto con Charles Merz, estudió los problemas de inexactitud, sesgo y otros problemas en la forma en que los periódicos cubrían las noticias, en un estudio titulado A Test of the News (1920), centrado en la cobertura de The New York Times hacia la revolución bolchevique.
[6][7] Lippmann consideraba que el separatismo nacionalista, la competencia imperialista y los Estados fallidos eran las principales causas de la guerra.
El comercio y las interacciones regulares entre personas de diferentes naciones aliviarían los aspectos adversos del nacionalismo.
Una reunión de intelectuales en París en 1938 convocada por el filósofo francés Louis Rougier, fue denominada Colloque Walter Lippmann en su honor.
Escribió que, como humanos, condensamos las ideas en símbolos, y el periodismo, una fuerza rápidamente convertida en mass media (medio de comunicación de masas), es un método poco efectivo para educar al público.
Incluso aunque los periodistas mejoraran su trabajo de informar al público sobre temas importantes, Lippmann creía que la masa del público lector no está interesada en aprender y asimilar los resultados de una apropiada investigación.
Un periodista busca hechos en los agentes políticos, los transmite a los ciudadanos y estos forman una opinión pública.
En este modelo, la información puede usarse para mantener la responsabilidad de los agentes políticos frente a los ciudadanos.
Escribió que una clase gobernante debía alzarse para enfrentar esos nuevos desafíos.
La gente toma decisiones antes de definir los hechos, mientras que el ideal sería reunir y analizar los hechos antes de llegar a conclusiones; pues sería posible sanear la información contaminada analizándola primero.