Él sólo se comunicaba a través de la tripulación de cabina, y rechazó que se llevase agua o comida al avión.
Esta conclusión fue refrendada en las comunicaciones que tuvieron lugar con el piloto y los teléfonos móviles de los pasajeros, quienes confirmaron a la policía que el secuestrador estaba actuando en solitario.
[3] Al día siguiente, a las 3:42 a. m., bajo las órdenes del primer ministro Tomiichi Murayama, el avión fue tomado por las unidades de policía de Hokkaido y Tokio que habían estado previamente monitorizando el avión desde fuera.
En la apelación, la corte suprema de Sapporo amplió la sentencia hasta los 10 años.
NHK transportó un nuevo equipo desde Tokio a Hakodate para proporcionar mejores imágenes de lo que estaba sucediendo, y proporcionó imágenes en vivo del aterrizaje del avión en Hakodate desde una cámara robótica situada en el aeropuerto.