Por entonces, en el aeropuerto de Melilla operaban dos compañías: PauknAir y Binter Mediterráneo, que utilizaba CASA CN-235.
Su primera aerolínea había sido Dan Air que, tras un servicio de 12 años, lo vendió a PauknAir.
Generalmente esta unidad realizaba las rutas con Málaga, mientras la otra servía al resto de destinos.
Entre el pasaje se podían encontrar turistas, melillenses que volvían de la Península por cualquier razón, trabajadores y empresarios.
Por su parte, la jefatura del Estado estuvo representada por su hija, Elena Borbón, que acudió en compañía de su marido, Jaime Marichalar.
Además, hubo representantes de las cuatro religiones que conviven en Melilla (cristianos, musulmanes, judíos e hindúes).
No asistió ningún representante del Reino de Marruecos, donde se había producido el siniestro.
Estos factores, fueron principalmente, las causas del fin de PauknAir en 1998, una aerolínea que pasó al recuerdo.