Visualización en matemática

No se trata de ver, simplemente, sino que, quien aprende, es capaz de representar, transformar, generar, comunicar, documentar y reflejar información visual en su pensamiento y lenguaje.

La visualización plantea al aprendizaje tres problemas: la discriminación de las características visuales relevantes; el procesamiento figural con cambios entre registros visuales (descomponer, recomponer una figura, reconfigurar) y perspectiva; coordinación con el registro discursivo.

[2]​ La visualización pone en juego las estructuras cognitivas sobre las relaciones entre diferentes representaciones de un objeto matemático, referidas a lo numérico, gráfico, algebraico, verbal y gestual.

Estas operaciones se manifiestan, físicamente, como imágenes trazadas en un papel o en un soporte digital, pero el significado trasciende la materialidad del símbolo que lo denomina porque es una idea figurada por un complejo de relaciones.

El papel de la visualización es complejo debido a su fuerte asociación con inscripciones simbólicas que, aunque son perceptibles, tienen una significación estrictamente convencional.

Aun cuando la visualización se refiera al uso de objetos visuales que interaccionan con las inscripciones simbólicas, principalmente lo hacen con el entramado de objetos conceptuales, procedimientales, proposicionales y argumentativos que se ponen en juego en las correspondientes configuraciones.

Los íconos tienen una relación directa, de semejanza, con el objeto representado y muestran su estructura, por ejemplo una pintura, una foto, un mapa.

Los símbolos tienen una relación dada por una regla o hábito, por ejemplo una señal de tránsito.

[7]​ Algunas ventajas pedagógicas son:[7]​ [7]​ Permiten modificar algún parámetro (constante o variable) y observar en la pantalla el efecto producido por dicho cambio.